Esta es una historia donde cada detalle cuenta. Una boda emotiva e intima entre los montes de la Sierra, donde la casa de la tita se transforma en el plateau en el cual darse el sí quiero. Un árbol y unas fotos de los familiares que ya no están, para recordar cuanto importantes han sido. Dos decoradores que se quieren y que todo lo que tocan lo transforman en algo precioso hecho por ellos.

Decoración: La Casa Sueca

Catering: Casa Taller Birdie